LA NATURALEZA DE LA FÍSICA 10
LA NATURALEZA DE LA FÍSICA
La física
es una ciencia experimental. Los
físicos observan los fenómenos naturales e intentan encontrar los patrones
y principios que los describen. Tales patrones se denominan teorías físicas o,
si están muy bien establecidos y se usan ampliamente, leyes o principios
físicos. CUIDADO El significado de la palabra "teoría"
Decir que una idea es una teoría no implica que se trate de una divagación o de un concepto no comprobado. Más bien, una teoría es una explicación de fenómenos naturales basada en observaciones y en los principios fundamentales aceptados. Un ejemplo es la bien establecida teoría de la evolución biológica, que es el resultado de extensas investigaciones y observaciones de varias generaciones de biólogos. I
El desarrollo de la teoría física exige creatividad en cada etapa.
El físico debe aprender a hacer las preguntas adecuadas, a diseñar experimentos
para tratar de contestarlas y a deducir conclusiones apropiadas de los
resultados.
Decir que una idea es una teoría no implica que se trate de una divagación o de un concepto no comprobado. Más bien, una teoría es una explicación de fenómenos naturales basada en observaciones y en los principios fundamentales aceptados. Un ejemplo es la bien establecida teoría de la evolución biológica, que es el resultado de extensas investigaciones y observaciones de varias generaciones de biólogos. I
El estudio de la física es importante porque es
una de las ciencias más fundamentales. Los científicos de todas las disciplinas
utilizan las ideas de la física, como los químicos que estudian la estructura
de las moléculas, los paleontólogos que intentan reconstruir la forma de andar
de los dinosaurios, y los climatólogos que estudian cómo las actividades
humanas afectan la atmósfera y los océanos. Asimismo, la física es la base de
toda la ingeniería y la tecnología. Ningún ingeniero podría diseñar un
televisor de pantalla plana, una nave espacial interplanetaria ni incluso una
mejor trampa para ratones, sin antes haber comprendido las leyes básicas de la
física.
El estudio de la física es también una aventura. Usted la encontrará desafiante, a veces frustrante y en ocasiones dolorosa; sin embargo, con frecuencia le brindará abundantes beneficios y satisfacciones. La física estimulará en usted su sentido de lo bello, así como su inteligencia racional. Si alguna vez se ha preguntado por qué el cielo es azul, cómo las ondas de radio viajan por el espacio vacío, o cómo un satélite permanece en órbita, encontrará las respuestas en la física básica. Sobre todo, apreciará la física como un logro sobresaliente del intelecto humano en su afán por entender nuestro mundo y a la humanidad misma.
El estudio de la física es también una aventura. Usted la encontrará desafiante, a veces frustrante y en ocasiones dolorosa; sin embargo, con frecuencia le brindará abundantes beneficios y satisfacciones. La física estimulará en usted su sentido de lo bello, así como su inteligencia racional. Si alguna vez se ha preguntado por qué el cielo es azul, cómo las ondas de radio viajan por el espacio vacío, o cómo un satélite permanece en órbita, encontrará las respuestas en la física básica. Sobre todo, apreciará la física como un logro sobresaliente del intelecto humano en su afán por entender nuestro mundo y a la humanidad misma.
El
desarrollo de teorías físicas como la de Galileo siempre es un proceso
bidireccional, que comienza y termina con observaciones o experimentos. El
camino para lograrlo a menudo es indirecto, con callejones sin salida, suposiciones
erróneas, y el abandono de teorías infructuosas en favor de otras más
promisorias. La física no es una mera colección de hechos y principios; también
es el proceso que nos lleva a los principios generales que describen el
comportamiento del Universo físico.
Ninguna
teoría se considera como la verdad final o definitiva. Siempre hay la posibilidad
de que nuevas observaciones obliguen a modificarla o desecharla. En las teorías
físicas es inherente que podemos demostrar su falsedad encontrando comportamientos
que no sean congruentes con ellas, pero nunca probaremos que una teoría siempre
es correcta.
Volviendo
con Galileo, supongamos que dejamos caer una pluma y una bala de cañón. Sin
duda no caen a la misma velocidad. Esto no significa que Galileo estuviera
equivocado, sino que su teoría estaba incompleta. Si soltamos tales objetos en
un vacío para eliminar los efectos del aire, sí caerán a la misma
velocidad. La teoría de Galileo tiene un intervalo de validez: sólo es válida
para objetos cuyo peso es mucho mayor que la fuerza ejercida por el aire
(debido a su resistencia y a la flotabilidad del objeto). Los objetos como las
plumas y los paracaídas evidentemente se salen del intervalo.
Cualquier teoría física tiene un intervalo de
validez fuera del cual no es aplicable. A menudo un nuevo avance en física
extiende el intervalo de validez de un principio. Las leyes del movimiento y de
gravitación de Newton extendieron ampliamente, medio siglo después, el análisis
de la caída de los cuerpos que hizo Galileo.
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